Manuel Cabezud

1ª. Corintios 1:10-13

En el libro titulado “La llave para un corazón amoroso” el autor describe un momento de tensa expectación en una ceremonia nupcial: El flamante novio espera frente al altar, el órgano de la iglesia inicia la marcha nupcial. Todos se levantan para echar una mirada a la encantadora novia y un grito de espanto surge de los invitados. La novia está cojeando, una de sus piernas parece torcida, su vestido está roto y lleno de lodo, sus brazos desnudos muestran golpes, su nariz sangra, sus ojos están enrojecidos e hinchados y su cabello desordenado. ¿Acaso el novio no merece algo mejor? Su novia ha estado peleando.

Cuando la iglesia no vive en unidad, surgen peleas y su imagen se deteriora. Pierde su dignidad y ya no es del agrado de Dios.

La unidad de la iglesia se debe reflejar en la disciplina, en la doctrina, en el testimonio personal. Debe haber unidad de visión, unidad de propósito, que todos vayamos en una sola dirección. Esto no se veía en los cristianos del primer siglo. Por eso el apóstol Pablo escribió algunas epístolas.

Por ejemplo los Gálatas se habían desviado de la justificación por fe y habían caído en un legalismo que los hacía creer que serían salvos por sus buenas obras, lo cual no es la verdad de Dios.

Los colosenses habían prestado oído a filosofías huecas y quitaron su enfoque de Cristo para dar más importancia a los ángeles; Los filipenses peleaban entre sí y no buscaban la perfección; Los tesalonicenses equivocaron los tiempos de la venida del Señor y estaban confundidos.

Pero todo esto sucedía porque el canon apenas iba en formación, es decir que no tenían la Biblia completa como la tenemos ahora usted y yo. Nosotros no tenemos excusa para andar desordenados y confundidos, o en estado de anarquía, porque tenemos la dirección de la Palabra.

La iglesia debe caminar en armonía, ese es el deseo del Señor.

Esa es la razón por la que El apóstol Pablo dice en estos versículos: “HABLEMOS TODOS UNA MISMA COSA”.

Esta declaración de Pablo afirmaba su deseo de seguir unidos como iglesia, en la palabra, en la mente y en el parecer. Al menos lo intentó. Pero la iglesia nunca se acomodó.

La Iglesia de Corinto

Corinto era una ciudad muy próspera, de comercio floreciente, cultura refinada y variedad de religiones. Existía en Corinto el templo de Afrodita, diosa de la sexualidad. En ese templo, se prostituían tanto hombres como mujeres. Debido a esto, la ciudad ofrecía un ambiente cargado de inmoralidad a la comunidad cristiana de la iglesia de Corinto.

La historia de la fundación de Corinto está relatada en el libro de Hechos 18. En ella vemos la forma en que la recién nacida cristiandad va encarando los problemas que la vida le va presentando.

Pablo conocía muy bien la condición de los Corintios, dice que tiene muchas cosas buenas. Por ejemplo:

1. Los consideraba enriquecidos en Jesucristo

2. La riqueza se manifestaba en “toda palabra y en toda ciencia”. La palabra y la ciencia eran dones naturales de los griegos, los cuales los habían enriquecido por la acción del espíritu santo.

3. Reconocía que no les faltaba ningún don.

Los defectos de la iglesia de Corinto

Eran una iglesia consagrada o sea destinada para usos santos, santificada, pero llamada a ser santa, o sea tenía que exhibir la pureza de Dios y separarse del mal. Porque había quienes se llamaban hermanos pero eran borrachos, avaros, idólatras, maldicientes y otras cosas.

En Corinto aparecen cuestiones delicadas de conducta personal, asuntos relacionados con el culto público y las relaciones sociales.

Ellos se preguntaban:

¿Se puede comer en compañía de los inconversos cuando su carne está consagrada a los ídolos?

¿Con quienes puede casarse un cristiano?

¿Desaparece el lazo matrimonial al hacerse cristiano uno de los cónyuges?

¿Qué relación existe entre la santa cena y los alimentos comunes?

¿El cristiano que habla lenguas es superior a los demás que no hablan lenguas?

¿Cuál es el lugar y función de los dones?

¿Existe verdaderamente la resurrección de los muertos?

Cada uno daba su interpretación de un asunto en particular, justificando su mala conducta. Se volvieron libertinos apelando a la libertad cristiana, argumentando que pueden gustar de todo, que tienen criterio y que son fuertes.

En cuanto al culto público:

Ya era común ver mujeres sin velo en el templo

Desórdenes en la cena del Señor

En cuanto a los dones espirituales, se creían súper ungidos, con los dones más espectaculares y había menosprecio para los dones que consideraban menos importante.

Los partidos en la iglesia de Corinto

Pablo les dice QUE SEAN DE UN MISMO SENTIR. “Les ruego que se pongan de acuerdo y no estén divididos”.

Pablo tenía razones para dar esta exhortación.

(11) He sido informado.

Pablo dice: he sido informado e inmediatamente menciona la fuente: Cloe y los suyos.

Se cree que Cloé era una mujer bien conocida de la iglesia de Corinto, aparentemente de buena posición económica, que era dueña de esclavos que se habían convertido al cristianismo.

Según Pablo, Cloé afirmaba que había cuatro partidos dentro de la iglesia. Todos los miembros de la iglesia de Corinto seguían unidos en el sentido de que se congregaban en el mismo lugar, celebraban juntos los sacramentos como la Santa cena y reconocían en mayor o menor grado la autoridad de Pablo, aunque no todos. Pero había cuatro partidos que estaban contribuyendo a la división de la iglesia y que permanentemente estaban en contienda.

Cuatro partido, nos dos ni tres, ¡Cuatro!

1. Los que decían: “Yo soy de Pablo”

2. Los que decían: “Yo soy de Apolos”

3. Los que decían: “Yo soy de Cefas”

4. Los que decían: “Yo soy de Cristo”

Los datos sobre estos partidos son muy escasos y simples conjeturas, pero se supone que la gente que decía ser de algunos de estos líderes ya nombrados era porque se identificaban con ellos.

LOS DE PABLO eran quizá personas más tolerantes a la presencia de judíos y de gentiles en la iglesia. Pablo fue el fundador de la iglesia y muchos se convirtieron durante su pastorado.

LOS DE APOLOS eran los que se identificaban con el grito en la liturgia, con el emocionalismo, ya que Apolos era un hombre elocuente y poderoso en las escrituras. (Se le menciona en hechos 18:24). Se identificaban con él los griegos amantes de las letras, los sofistas griegos, los expertos en la oratoria y algunos filósofos.

LOS DE CEFAS eran los judíos tradicionales, celosos de la ley de Moisés que se identificaban con Pedro, (Cefas en Arameo). Formaban el ala Hebreo- cristiana de la iglesia. No toleraban a los gentiles.

LOS DE CRISTO eran otro partido más. Esta gente pudo decir: “Nosotros no le hacemos caso a ningún líder humano, somos de Cristo.

Se cree que los que decían “somos de Cristo” eran los más libertinos pues al no reconocer autoridad terrena, hacían lo que les parecía bien a ellos.

Además por sentirse de Cristo, el partido oficial, el partido en el poder, tenían a los demás por no cristianos, (o sea que en nombre de Cristo condenaban a otros).

Tan mal estaban unos como otros. El que no era tolerante de todo, era un prejuiciado y si no, un anárquico, dueño de su voluntad. Faltaba equilibrio. Sujeción y obediencia.

Por todo esto que existía en la iglesia, dice la Biblia que Pablo no les pudo hablar como a espirituales sino como a carnales. (3:1-4) ¿Qué clase de cristianos eran? ¿No estaremos igual Las iglesias del siglo XXI?

Cuando no hay unidad en la iglesia hay DI VISIÓN (dos visiones). Cuando esto pasa hay confusión y la confusión pierde a las personas.

Hay que ponernos de acuerdo para todo. Una misma mente y un mismo parecer. Un Señor, una fe un bautismo.

El Ruego de Pablo.

Pablo sabía que los corintios se sentían perfectos, así que les dice que ESTÉN PERFECTAMENTE UNIDOS (1:10). En griego esta palabra quiere decir REPARAR GRIETAS, REMENDAR.

Pablo les hace algunas preguntas retóricas a los hermanos para forzarlos a que vivan en unidad.

¿Está dividido Cristo?

¿Fue crucificado Pablo?

¿Fueron bautizados en el nombre de Pablo?

Conclusión.

La iglesia se compone de humanos por lo mismo hay desacuerdos.

· Quejas de los griegos contra los hebreos por las viudas. Solucionado

· Pablo reprendió a Pedro por sus prejuicios contra los gentiles. Solucionado

· Pablo y Bernabé discutieron por Juan Marcos. Solucionado

· En Filipos Evodia y Síntique discutieron asuntos de liderazgo. Solucionado

Todos estos problemas y muchos más se terminaron porque había voluntad de mantener la unión y los vínculos de la paz. Pablo lo sabía por eso les ruega a los corintios y a nosotros, que hablemos todos una misma cosa.

Un año después de esto Pablo les escribe de nuevo y les dice: “Espero ya no encontrar celos, envidias y divisiones. Sean de un mismo sentir, vivan en paz, y el Dios de paz y amor estará con vosotros. Salúdense con ósculo santo. Amen.

Himnos sugeridos

· Sigamos todos una misma regla

· Mi iglesia

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Rev. Manuel Cabezud González

Pastor 2da. De Tepic